La habilidad de su hijo para compartir el cómo se siente y el “uso de palabras” para poder lidiar con los conflictos, es crucial para una interacción social saludable. Los niños también necesitan aprender a pensar en los sentimientos de los demás, y a reconocer cómo sus propias acciones impactan los sentimientos de los otros. Estas habilidades son particularmente importantes cuando los niños comienzan la escuela y se relacionan con otros compañeros todos los días. Cuando los niños discuten con amigos, éstos necesitan establecer acuerdos hablando sobre el problema y compartiendo sus sentimientos en lugar de recurrir a los golpes y a otros comportamientos agresivos. Como padre/madre usted puede mostrarle comportamientos positivos y a hablar sobre los problemas. Ayudando a los niños a entender sus sentimientos, y los sentimientos de los demás, le estará ayudando a tener una mejor comunicación y una mucho mejor relación con usted y con sus compañeros.
Ayude a su hijo a explorar sus emociones con estas actividades sencillas:
Medidor de sentimientos–Debido a que los preescolares pueden tener problemas al expresar cómo se sienten, usando un medidor de sentimientos puede facilitar el problema. Recorte una tira larga de papel y ayude a su hijo a dibujar cinco caras sencillas que expresen diferentes sentimientos, por ejemplo: feliz, triste, imparcial, enojado, asustado. Escriba el adjetivo debajo de cada cara y mantenga su medidor de sentimientos en un lugar seguro para que lo puedan usar todos los días. Pregunte a su hijo cómo se siente y dígale que señale la cara que mejor describa lo que está sintiendo. Después, anímelo a que le platique cómo se siente y por qué. No olvide también compartir con su hijo cómo se siente usted. Cuando les platicamos a los niños cómo nos sentimos, y por qué nos sentimos así, les estamos proporcionando palabras para expresar sus propios sentimientos, al mismo tiempo que les demostramos que está bien tener esos sentimientos. También les podemos mostrar las cosas positivas que podemos hacer para sentirnos mejor. El medidor puede ser de gran ayuda cuando surge algún problema entre su hijo y un amigo, para ayudar a cada uno a describir sus sentimientos y para buscar una manera de resolver el conflicto de una manera positiva.
Colorea tus sentimientos–Esta es una actividad fantástica si usted percibe los sentimientos de su hijo, sobre todo cuando está triste, enojado o feliz. Pida a su hijo que piense cómo se está sintiendo y dígale que haga un dibujo usando solamente un color que él/ella considere sea el mejor para demostrar sus sentimientos. Anímelo a que hable sobre su dibujo haciéndole preguntas tales como: ¿por qué elegiste ese color? ¿qué dibujaste? ¿por qué te sientes así?
Libro de sentimientos—En diferentes pedazos de papel, ayude a su hijo a escribir el nombre de un sentimiento (felicidad, tristeza, enojo, susto, sorpresa, etc.), luego, pídale que recorte caras de periódicos, revistas o fotos que describan esos sentimientos. Pegue las imágenes en la página correspondiente y, una vez terminado, usted puede ayudar a engrapar las hojas colocando una hoja en blanco al principio para hacer un libro. Puede ayudar a su hijo a escribir un título en el libro y decorarlo con imágenes que representen diferentes sentimientos.
Caras deliciosas–!Haga caras que puedan comer! Unte mantequilla de cacahuate o queso crema en galletas de arroz y use pasas, chispas de chocolate, nueces, o cualquier otra cosa comestible, para hacer una cara (¡Las rebanadas de pimiento hacen buenas bocas!). Su hijo puede hacer la cara que quiera para expresar la emoción que desee. Después de haber terminado de diseñar la cara de su bocadillo, pídale que le platique sobre el sentimiento—y luego, ¡devórenlo!